Emitir deuda de por sí no es negativo. Tomar prestado y asumir pagos que uno no puede sostener, sí lo es.  Por otro lado, tener un margen libre para tomar préstamo asegura también poder atender una emergencia no previsible. Los países toman prestado igual que toman prestado las personas, utilizando su crédito, su capacidad de generar ingresos y de atender sus necesidades básicas y el pago de sus deudas.

Todos procuramos cumplir con nuestros deudores, pero no siempre es posible.  Cuando cumplir ya no es posible, la quiebra y reestructuración de deudas ofrecen una alternativa al deudor.  ¿A la luz de la reestructuración de deuda, cómo podemos evitar en Puerto Rico otra situación de impago? ¿Cómo aseguramos la prestación de servicios esenciales a la ciudadanía, el pago de deuda, las pensiones, etc? Durante el proceso de reestructuración que estableció PROMESA la Junta de Supervisión Fiscal llevó la voz cantante en la negociación, en los acuerdos y en la toma de decisiones,  y no el gobierno ni los ciudadanos.  Ahora y durante los próximos 40 años, quienes vivimos en Puerto Rico pagaremos por la deuda reestructurada.  La ciudadanía aunque es la que paga, no participó en la reestructuración ni tampoco en el trámite original de emisión de deuda.   A futuro, ¿crees que debería el pueblo votar para aprobar o rechazar una emisión de deuda? ¿debemos requerir esa consulta por disposición constitucional?

Para facilitar la inserción de la ciudadanía en la discusión sobre deuda, ofrecemos visibilidad a la deuda de Puerto Rico y a los pagos que deberá hacer el gobierno, a través del panel interactivo de datos que se accede al inicio de esta sección.  Este panel complementa el proyecto de democratizar el conocimiento sobre deuda que se inició con la plataforma del DiccionarioDeLaDeuda.com.  ¿Tienes inquietudes, dudas o sugerencias? Escríbenos a info@espaciosabiertos.org.